Un psiquiatra es un médico que ha realizado su especialidad en Psiquiatría. La psiquiatría puede definirse como la “especialidad médica que se dedica a prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales”.
Como disciplina médica que es, la psiquiatría entiende los trastornos mentales como enfermedades médicas, interesándose particularmente por los aspectos químicos o fisiológicos de los problemas psicológicos. Normalmente, el tratamiento psiquiátrico consiste en la administración de medicamentos (ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, somníferos, etc.) para alterar los niveles de neurotransmisores (mensajeros químicos) en el cerebro.
Por su parte, el psicólogo es un profesional que ha estudiado la carrera de Psicología propiamente dicha. La psicología es la “rama de la ciencia que estudia el comportamiento humano”. El ámbito de la psicología incorpora conocimientos de las ciencias sociales y las ciencias de la salud. La psicología no se interesa tanto por la base física de los trastornos como por otros aspectos: los procesos de pensamiento o de aprendizaje, los aspectos emocionales, comportamentales, funcionales, interpersonales, contextuales, etc.
La psicología no es una disciplina médica, por lo que los psicólogos no están facultados para recetar fármacos, sino que tratan los problemas psicológicos mediante otros procedimientos: terapia psicológica, técnicas de intervención específicas, entrenamiento en distintas habilidades, psicoeducación, etc. La forma concreta que tome la intervención dependerá tanto del propio paciente y los problemas que presente como de la orientación metodológica del psicólogo que aplica la terapia.
Es importante tener en cuenta que ambas formas de tratamiento no son incompatibles e incluso se ha demostrado que, particularmente en los casos más graves, una combinación de terapia psicológica y farmacológica, puede resultar más eficaz que cualquiera de los dos tipos de tratamiento por separado.