La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso a situaciones o lugares en los que sería difícil escapar o recibir ayuda en caso de sufrir una crisis de ansiedad (aglomeraciones, espacios públicos, etc). Se estima que actualmente este problema afecta a un 4% de la población.
Aunque normalmente quien padece agorafobia es consciente de que no existe un peligro real, cuando se enfrenta a determinadas situaciones experimenta una gran ansiedad con sensaciones como taquicardia, mareo, sudoración, temblores, sensación de irrealidad, miedo a desmayarse, sufrir un infarto, hacer el ridículo o perder el control...
Este tipo de experiencias hacen que la persona cada vez tenga más miedo de sufrir un nuevo ataque de ansiedad y trate de escapar o evitar las situaciones que teme de forma que se crea un círculo vicioso en que cuanto más se intenta evitar la ansiedad, más presente se tiene y más se experimentan los síntomas y sensaciones temidas.
En los casos más graves, el problema se generaliza a un número cada vez mayor de situaciones, de forma que se llega a limitar enormemente la vida.
El tratamiento de elección para la agorafobia es la terapia psicológica. Actualmente, las terapias psicológicas de corte conductual y cognitivo conductual son las alternativas terapéuticas que mejores resultados han mostrado en el tratamiento de la agorafobia.
En nuestra consulta de psicología (situada en Gijón, Asturias) realizamos tratamientos con una elevada eficacia para este tipo de problemas.
Normalmente, el tratamiento consiste en la comprensión del problema por parte del paciente, el entrenamiento en habilidades para hacer frente a la ansiedad y la exposición controlada y gradual a las distintas sensaciones y situaciones temidas.
El tiempo necesario para la superación del problema depende en gran parte del propio paciente, sus características particulares y su implicación activa en la terapia, aunque normalmente pueden verse resultados a partir de las primeras semanas de tratamiento.
* Este artículo es meramente informativo y en ningún caso sustituye a la evaluación ni el asesoramiento profesional