La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) está actualmente elaborando un nuevo manual de clasificación de las enfermedades psiquiátricas. El futuro manual diagnóstico, denominado DSM 5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) y que será publicado el próximo año 2013, está generando una gran polémica entre los profesionales de la salud mental.
Son ya muchos los profesionales de la salud que han mostrado su rechazo al futuro manual diagnóstico DSM 5, que amplía el número de etiquetas diagnósticas y estudia incluir como posibles patologías psiquiátricas el duelo o la timidez, lo cual, según gran parte de sus críticos supone la “medicalización” y “psiquiatrización” de situaciones y emociones cotidianas.
A este respecto, el psiquiatra gijonés Guillermo Rendueles comenta que “cada edición del DSM da una especie de patente de corso para intervenir como expertos en todos los territorios de la vida diaria”. Una opinión similar es la de la psicóloga clínica Paz Arias, que asegura que “llevamos un tiempo en que cualquier actitud, conducta o comportamiento puede ser etiquetado como enfermedad. Algunas preocupaciones que antes se resolvían en el ámbito privado, ahora se psiquiatrizan o psicologizan. Nos venden que la felicidad se puede comprar en una farmacia”.
Desde la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias (Afesa) se teme que “se acaben medicalizando situaciones normales de la vida, sentimientos”. Su presidente, Nel Angielu González Zapico afirma que “nos preocupa que se acabe etiquetando como enfermedad todo lo que se salga de la pauta. Para los familiares de afectados, es más importante trabajar por un diagnóstico precoz y que los tratamientos lleguen a todos los enfermos, que en incrementar injustificadamente el número de posibles trastornos psiquiátricos”.
Fuente: El Comercio