La Oficina Regional de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un nuevo informe donde analiza las necesidades sociales y afectivas de los adolescentes y recomienda un conjunto de buenas prácticas para la promoción de la salud en este grupo de edad, resaltando el indudable papel que juegan los psicólogos educativos. El documento, titulado Evidence for gender responsive actions to promote well-being (Evidencia para intervenciones sensibles al género que promuevan el bienestar), forma parte de una serie de informes elaborados por la OMS y dirigidos a analizar las principales necesidades en materia de salud de los jóvenes europeos.
Teniendo en cuenta los datos analizados, el informe subraya la necesidad de atender de manera prioritaria los siguientes aspectos asociados al bienestar emocional y social de los jóvenes europeos:
Promocionar las conductas prosociales y reforzar la red social de los menores en riesgo.
A este respecto, el documento recomienda, sobre la base de la evidencia científica, la implementación de terapias cognitivo-conductuales dirigidas específicamente a evitar la reincidencia de los jóvenes ingresados en los centros de menores, así como reducir, en la medida de lo posible, el tiempo de ingreso en este tipo de instituciones, a través de intervenciones con la familia y/o los padres del menor.
Promover la independencia, la autoestima y el vínculo familiar de los jóvenes.
Además de reconocer el papel del tratamiento cognitivo-conductual para alcanzar este objetivo, el documento subraya la necesidad de promocionar la actuación de los psicólogos educativos en los centros escolares. Las acciones deberían centrase en intervenciones que promuevan la autoestima y reconozcan las fortalezas de los jóvenes, en vez de centrarse únicamente en la reducción de síntomas. Los expertos también señalan la importancia de los programas de entrenamiento de las habilidades sociales en jóvenes, tales como asertividad, para prevenir problemas de consumo de sustancias, así como promocionar actividades de ocio activo, como la práctica de ejercicio físico regular. Asimismo, el texto recomienda los programas de actuación dirigidos a los padres para mejorar su concienciación sobre las necesidades de sus hijos.
Promover la búsqueda de ayuda y la satisfacción social y educativa del menor.
Finalmente, el informe señala la necesidad de asegurar un clima escolar positivo, mejorar el bienestar psicológico y reducir el estrés académico de los escolares. El documento también reconoce la importancia de promocionar el papel del psicólogo educativo en las escuelas, con el objetivo de desarrollar estrategias conjuntas con el profesorado para reducir las barreras que dificultan la búsqueda de ayuda por parte de los jóvenes.
El informe, además de recopilar información sobre intervenciones eficaces y buenas prácticas para promocionar el bienestar emocional de los jóvenes europeos, analiza las necesidades de los jóvenes en función del género, con el objetivo de desarrollar políticas de actuación sensibles a estas diferencias.
Fuente: infocop