La crisis y las noticias negativas acerca del contexto económico generan estrés y ansiedad, y en estos momentos se han convertido en el principal motivo de las consultas al psicólogo, al que recurren más las mujeres que los hombres.
Así lo han podido constatar el equipo de psicólogos de Sanitas, que ha visto cómo ha aumentado el número de consultas relacionadas con situaciones de desempleo, problemas económicos y laborales desde el comienzo de la crisis, unas circunstancias que producen preocupación, tristeza y angustia.
En concreto, el 34 % de los clientes que utilizan el servicio de atención psicológica de Sanitas Responde padecen depresión y el 30 % ansiedad o estrés.
El paro, la incertidumbre y la falta de recursos influyen negativamente en el bienestar psicológico de las personas y les puede generar depresión, ansiedad y estrés.
La depresión es el trastorno que más afecta a las personas que utilizan el servicio telefónico y online de atención psicológica de la aseguradora médica (34 %), y se detecta más en mujeres (87,3 %) que en hombres (13 %). Apenas un 4 % de las personas menores de 40 años que hacen uso de este tipo de servicio la sufre, mientras que casi el 65 % de los clientes mayores de 60 años presentan síntomas depresivos.
Entre las causas que los provocan se encuentra el deber que sienten estas personas de ayudar a los miembros de su familia que se encuentran en una situación económica difícil.
Tres de cada diez clientes que deciden ponerse en manos de los profesionales de este servicio manifiestan síntomas de estrés y ansiedad.
El estrés sigue afectando en mayor medida a las mujeres: 85,5 % frente al 14,5 % de los hombres; y por edades, también afecta en mayor medida a los mayores de 60 años (36,3 %) que a los menores de 40 (14,5 %).
En general, las mujeres recurren más que los hombres al servicio de atención psicológica: mientras casi 83 % de las mujeres deciden buscar ayuda para solucionar su problema, sólo 17,4 % de los hombres dan ese paso.
Por edades, más de la mitad (50,6 %) de las personas deciden ponerse en manos de los profesionales son mayores de 60 años, frente al 9,4% de los clientes menores de 40 años.
Fuente: La Nueva España